Los monstruos se presentan en diversas formas, tamaños y rostros, y Ed Gein, apodado “el Carnicero de Plainfield”, no fue el único en utilizar restos humanos para fabricar objetos cotidianos. Ilse Koch, conocida históricamente como “la Bruja de Buchenwald”, también fue acusada de seleccionar personalmente a prisioneros judíos para convertir sus cuerpos en pantallas de lámparas. Aunque los tribunales nunca lograron probar estas acusaciones, la crueldad de Koch es un hecho legendario, razón por la cual tiene un rol pequeño, pero significativo, en la serie de Netflix Monstruo: la historia de Ed Gein.
En la producción, la actriz Vicky Krieps interpreta a Ilse Koch, quien fue la esposa de Karl-Otto Koch, el comandante nazi del campo de concentración de Buchenwald. A pesar de carecer de rango en el partido nazi, su matrimonio le otorgó la autoridad para disponer del trabajo esclavo de los prisioneros del campo, a quienes incluso maltrató personalmente.
Josef Ackermann y Gustav Wegerer, dos internos de Buchenwald, declararon en 1950 haber visto pantallas de lámparas hechas con piel humana que fueron presentadas a Ilse Koch. Si bien se encontraron objetos fabricados con restos humanos en Buchenwald, las investigaciones de los tribunales militares estadounidenses y de Alemania Occidental no pudieron establecer un nexo directo con Koch.
No obstante, la inhumanidad de Koch fue ampliamente documentada. El general Lucius D. Clay, gobernador militar interino de la zona americana en Alemania, reconoció que no pudo condenarla por los cargos relacionados con los objetos de piel humana, por lo que redujo su sentencia a cuatro años. Sin embargo, en 1948 declaró (según The New York Times): “No siento ninguna simpatía por Ilse Koch. Era una mujer de carácter depravado y mala reputación. Hizo muchas cosas reprobables y punibles, sin duda, bajo la ley alemana. Pero no la juzgábamos por esas cosas, sino como criminal de guerra por cargos específicos”.
Por su parte, la actriz Vicky Krieps, cuyo abuelo fue internado en los campos, confesó a Variety en octubre de 2025 que inicialmente dudó en aceptar el papel por miedo. “Creo que lo que me ayudó finalmente a entenderla, la pieza que faltaba del rompecabezas, fue darme cuenta de que se parece mucho a algunas personas de hoy en día, y que todo lo que quiere es ser perfecta,” dijo Krieps. “Quiere ser la mujer perfecta, tener la vida perfecta, la casa perfecta y el marido perfecto. Y si para eso tiene que recurrir a cualquier medio, lo hará; ese perfeccionismo enfermizo la define”.