El senador de Morena, Gerardo Fernández Noroña, concluyó su viaje a Medio Oriente, donde visitó Palestina y Jordania para solidarizarse con el pueblo palestino y respaldar su derecho a vivir en paz. El legislador, en una escala en el Aeropuerto Internacional de Dubái, a donde llegó procedente de Amán, Jordania, rechazó las críticas que lo acusan de viajar miles de kilómetros para lamentar las masacres en esa región, pero no por las víctimas de la violencia en México.
“Son muy miserables cuando dicen que no nos ocupamos de lo nuestro, pero además fueron nueve días, serán nueve días, de seis años como senador son nueve días, pero además pedí licencia, además no le gustó al país, además todos los que dicen que no, pues vayan a ver si es cierto, sobre todo los que dizque informadores vayan al terreno a realizar una investigación”, comentó el morenista.
El senador señaló a quienes “se creían dueños del país” y sus allegados en los medios de comunicación como los principales críticos de su viaje. Fernández Noroña insistió en que un niño o una niña en Palestina merecen compasión, empatía y conmiseración, que es ponerse en el lugar del que sufre. Además, destacó su participación desde el inicio en luchas internas, como la de los 43 normalistas desaparecidos, y subrayó que “por supuesto que duelen las desapariciones en México, la desesperación de quién está buscando a su familiar”.
Pese a los señalamientos de sus detractores, Fernández Noroña afirmó que “la verdad es que yo estoy tranquilo, vine a un viaje difícil, incierto, yo mismo no sabía si nos iban a dejar entrar. Israel tiene el control de las fronteras”. Reflexionó sobre el papel de la comunidad internacional: “quien tenga ojos para ver que vea y qué sentido tiene la comunidad internacional si no nos importa nada, que roben, que maten, que suelten bombas atómicas, que destruyan la selva que contaminen el agua, qué importa si no es en nuestro país, es una miopía brutal así planteado, van a decir que no importaba el genocidio contra el pueblo judío de la Segunda Guerra Mundial”.
El legislador reafirmó que su viaje no fue de placer ni de vacaciones, sino que “lo más cercano a una cosa turística fue ver el ir al Santo Sepulcro, porque fuimos a un viaje de aprendizaje intenso sobre los poco más de los últimos 100 años de la historia del pueblo palestino, fue muy productivo”. Afirmó que “ha sido un viaje para mí de un crecimiento, de conocimiento, de estudio de profundización, de sensibilización, importantísimo, yo les agradezco mucho la invitación”.
El senador informó que no pudo cumplir uno de sus propósitos iniciales, que era promover la adopción en México de niños y niñas palestinos huérfanos. “La idea que era bien intencionada de adoptar niños, niñas palestinas, ni se puede ni se debe, porque el propio pueblo palestino puede hacerse cargo si dejan de bombardear”, indicó. El expresidente del Senado viajó de Dubái a Barcelona, desde donde tomará su vuelo a la Ciudad de México, donde se prevé que llegue este domingo 2 de noviembre.

