Sergio Ramos puso en ventaja a Rayados, pero Lautaro Martínez le dio el empate al subcampeón de la Champions
Agencias
Monterrey dio una grata sorpresa en su debut en el Mundial de Clubes 2025 al llevarse un punto de oro en contra del Inter de Milán, que llegó al encuentro como amplio favorito, pero en su primer encuentro fueron sorprendidos por el equipo de Liga MX.
La diferencia de más de 800 millones de dólares que existe en el valor de las plantillas no se reflejó en el marcador, pues el equipo mexicano logró el empate, con un cabezazo de Sergio Ramos.
En una noche inolvidable en el Rose Bowl, Rayados de Monterrey firmó un empate histórico 1-1 frente al Inter de Milán en su debut en el Mundial de Clubes.
Un resultado que sabe a triunfo por el contexto, la exigencia del rival y la forma en la que el equipo mexicano resistió ante el poderío nerazzurri. La ilusión se mantuvo intacta hasta el final, en un juego que quedará en la historia.
Al minuto 25, Oliver Torres cobró un tiro de esquina con precisión milimétrica al espacio, y apareció Sergio Ramos, con toda su jerarquía, para levantarse entre defensas para rematar de cabeza al fondo de las redes.
Era el 1-0 que sorprendía a propios y extraños, una postal de otro tiempo con el veterano central marcando la pauta en el escenario más grande
Después del gol, Rayados se echó atrás. Inter de Milán asumió completamente el protagonismo, adueñándose del balón y encerrando a Monterrey en su propio campo. Los de Domènec Torrent resistían como podían, y Esteban Andrada comenzaba a vestirse de figura, tapando disparos y mostrando seguridad bajo los tres palos.
Al minuto 42, una jugada prefabricada a balón parado dejó solo a Lautaro Martínez en el segundo poste, quien sin marca, empujó el balón con frialdad para empatar el encuentro. Era un castigo justo al dominio del Inter, que fue absoluto en la primera mitad.
Para el segundo tiempo, Torrent movió piezas: entraron Erick Aguirre y Nelson Deossa, salieron Oliver Torres y Ricardo Chávez. Los cambios refrescaron al equipo, y aunque la posesión seguía del lado italiano, Rayados logró equilibrar el ritmo. Al 63’, Sergio Canales sacó un zurdazo de media distancia que estremeció el poste, en la más clara del complemento para los regiomontanos.
Inter respondió de inmediato. Al 68’, Lautaro Martínez parecía firmar el segundo, al definir mano a mano con Andrada, pero el argentino estaba en posición adelantada. La bandera salvó a Rayados. El propio Lautaro volvió a tener otra opción clara al 77’, girando sobre el manchón penal, pero su disparo se fue por encima del arco, dejando ir otra clara.
Inter metió a Rayados en su área, lanzando centros y atacando con intensidad. Sin embargo, la zaga mexicana aguantó con carácter. Al 88’, Deossa se escapaba en contragolpe y fue derribado en medio campo. La falta desató el júbilo en la tribuna rayada, que veía cada segundo como una victoria.
El silbatazo final llegó y Rayados celebró el empate como un triunfo. No por la superioridad en el marcador, sino por el valor de sostener ante un gigante europeo, por competir con personalidad y por dejar en claro que están en el Mundial de Clubes para pelear. Un punto que vale oro, que alimenta la esperanza y que confirma que Monterrey está a la altura del reto.