Cayeron en su casa ante Minnesota; Timberwolves remontó una desventaja y terminó venciéndoles por 117 a 110
Agencias
Timberwolves de Minnesota lo hizo de nuevo y está a un solo triunfo de llevarse la semifinal de la Conferencia Oeste, al derrotar 117-110 a Golden State Warriors en el Juego 4 disputado en el Chase Center de San Francisco, donde siguen extrañando a Stephen Curry, quien está lesionado en el momento más importante de la temporada de la NBA.
El equipo visitante supo venir de atrás para llevarse una victoria contundente que lo pone en la antesala de la final al adelantarse en la serie 3-1, con una brillante segunda mitad en la que pulieron su actuación con un Anthony Edwards que aportó 30 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias, mientras que Julius Randle sumó 31 unidades, 5 rebotes y 3 asistencias
Warriors era el obligado a ganar el partido para empatar la serie.
Estaba en casa y si quería mantenerse con posibilidades de avanzar tenían que hacerlo esta noche, a pesar de la sentida ausencia de Stephen Curry por lesión.
Fue así que el primer cuarto fue intenso, con un ir y venir constante, en el que el marcador se movía a favor de uno y del otro irremediablemente.
Sin embargo, fue Golden State el que logró irse en ventaja al segundo periodo 28-27. Draymond Green y Jonathan Kuminga anotaron 8 puntos cada uno, mientras que Julius Randle hizo 10 para Minnesota.
El segundo cuarto fue todavía más intenso y tras un arranque demoledor de Timberwolves, la quinteta local supo reponerse para retomar la delantera, después de que les habían dado la vuelta, para irse al descanso arriba 60-58.
Eso sí, la situación cambió en el tercer cuarto, en el que Minnesota se destapó a la ofensiva para anotar 39 puntos por sólo 17 de Warriors y darle la vuelta al marcador 97-77, dejando la mesa servida para sellar el triunfo en el último periodo, el cual sólo sirvió para confirmar lo que ya estaba pasando en la duela, con unos Timberwolves sedientos de victoria y unos Warriors desorientados y sin poder de reacción.