Judith Franco Ainza
Hermosillenses siguen “sin agarrar la onda” y cunden accidentes
Definitivamente los hermosillenses no hemos “agarrado la onda” y los accidentes se han convertido en un hecho rutinario en la mayoría de las calles de la ciudad.
Y es que, si bien a diario aparecen en los medios de comunicación y redes sociales uno, dos o tres accidentes espectaculares, lo cierto es que son muchos más los que ocurren y no llegan a los espacios informativos y aunque algunos son “hojalateros”, es decir que solo causan daños menores en las carrocerías, pero ocasionan contratiempos y afectan el presupuesto familiar.
Tan solo este martes en transitadas vialidades de la ciudad se registraron dos accidentes múltiples que en total dejaron tres personas lesionadas y daños materiales de gran cuantía.
¿Qué los origina? De acuerdo con autoridades de Tránsito Municipal, la principal causa de los percances vehiculares es el uso de distractores, principalmente el uso del teléfono celular.
Desde mi punto de vista, muy particular, es la irresponsabilidad de quien está detrás del volante, porque el hecho de no respetar la reglamentación que prohíbe el uso de distractores y establece límites de velocidad, ya es una irresponsabilidad.
De hecho, este martes caminé a una tienda de conveniencia que está a unas calles de mi vivienda en la colonia San Benito y por poco no la cuento, ya que un automóvil sedán que circulaba por la calle Francisco Monteverde, a evidente exceso de velocidad estuvo a punto de subirse a la banqueta, al frenar intempestivamente y perder momentáneamente el control, precisamente por la velocidad desenfrenada que llevaba, por suerte no ocurrió así.
Y precisamente el que no se respeten límites de velocidad es de las principales causas de que veamos accidentes que parecen ser de película, porque cada vez son más aparatosos y de ello no podemos responsabilizar a la autoridad, sino a cada uno de quienes traemos un vehículo.
Cetemistas existen al IMSS mejore atención a derechohabientes y a personal
Una vez más las deplorables condiciones en que se encuentra el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fueron exhibidas desde dos frentes, una por parte de trabajadores que se manifestaron en demanda de que se destituya a la directora del Hospital de Ginecopediatría y por otro lado la dirigencia de la CTM expuso las condiciones de insultantes de desatención a la derechohabiencia.
Por un lado, los trabajadores indicaron que la directora del citado nosocomio ignora los derechos que tienen como personal sindicalizado, les niega permisos para trámites personales, y prácticamente para ella no existe lo establecido en el contrato colectivo de trabajo, de ahí que pidieron su remoción inmediata.
En tanto, el dirigente de la CTM en el estado, Javier Villarreal señaló lo que todos los que somos derechohabientes y hemos requerido de atención sabemos, y va desde la falta de medicamentos, médicos, quirófanos para programar cirugías, y además, el trato inhumano en que se encuentran familiares de hospitalizados que los tienen como animales en el exterior esperando alguna noticia.
Ahí las familias aguantan el insoportable calor, al igual que las bajas temperaturas y ni qué decir de la inseguridad, así como la incertidumbre de no saber del estado en que se encuentra su familiar.
En cuanto a la programación de médicos especialistas, ahora hasta se resisten a enviar a los enfermos, quienes tenemos que recurrir a la atención privada, porque por un lado ponen mil trabajas para el envío y por otro, las citas son larguísimas… En fin, se me acaba el espacio, pero se pueden llenar páginas enteras sobre el calvario que es ser paciente del IMSS que está lejísimos de semejarse a Dinamarca como nos presumieron por años…
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