Judith Franco Ainza
Asesinan a gobernadora Cucapáh y a maestro del Cobach
Pues aunque uno intente sustraerse del tema de la violencia, ante hechos como el feminicidio de la gobernadora cucapáh Aronia Wilson en San Luis Río Colorado, así como del maestro del Cobach de Caborca, Mario Alberto, nos obligan a lamentar la indefensión en la que estamos como sociedad.
Es trágico observar como los hechos de violencia se minimizan y se convierten en un número más para las autoridades que festinan porque hubo 10 o 20 ejecuciones menos, sin preocuparse de que cualquier pérdida de vida cuenta.
La líder de la etnia Cucapá fue ultimada la madrugada del miércoles y según la Fiscalía General de Justicia ya se tiene detenido a un presunto involucrado.
Rápidamente la corporación deslindó el feminicidio de su actividad política y la circunscribió a su entorno personal.
En el mismo caso está la situación del maestro quien en su última comunicación con su familia, el pasado ocho de enero, dijo que era seguido por gente sospechosa, y ya después no se supo de él, por lo que el nueve de enero se interpuso la denuncia de su desaparición y ese mismo día fue localizado su cuerpo en la carretera Sonoyta-Caborca.
En ese sentido, la Fiscalía de Justicia dijo que la línea de investigación se relacionaba también a su entorno personal, ya que al parecer estaba relacionado con un grupo criminal, ¿cómo la ve?
Al parecer esta es una línea del actual Fiscal ya que lo mismo ocurrió con la ejecución de uno de los elementos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal ejecutado en Cajeme a inicios del año, cuando descartaron que tuviera que ver con su labor y de inmediato dijeron que fue por una bronca que estuvo en una fiesta a la que acudió.
Habrá que ver que dicen los integrantes de la etnia y familiares, así como amigos y compañeros del maestro asesinado ante estas apreciaciones que nos parecen por demás anticipadas.
Urge una institución que atienda en serio la salud mental
Dos hechos por demás impactantes, uno de los cuales por suerte terminó con un hombre a salvo, sacudieron a los hermosillenses este miércoles, luego de que temprano se encontró el cuerpo de una persona pendiendo de una torre de la Comisión Federal de Electricidad, en donde se quitó la vida.
Horas después, en la torre de telefonía ubicada en el bulevar Luis Encinas, casi con bulevar Rodríguez, a un costado del distribuidor vial, un septuagenario escaló 42 metros con la intención de lanzarse al vacío, por problemas personales que le aquejan, por suerte automovilistas que pasaban por el sitio llamaron a la línea de emergencia y de inmediato acudieron elementos de Bomberos.
Fueron más de cuatro horas las que los especialistas de Rescate Vertical y con capacitación para atender situaciones complicadas como son personas en crisis, dialogaron con el hombre y finalmente lo disuadieron de su intención de acabar con su vida y lograron que descendiera a salvo.
Pero ello es una muestra de la urgente necesidad de contar con instituciones de salud mental que atiendan verdaderamente a la población que requiere de ayuda profesional, porque actualmente la Cruz del Norte realmente es un chiste, por llamarla de alguna manera.
Lastimosamente en Hermosillo no se cuenta con un hospital público para atender la gran cantidad de personas que sufren enfermedades mentales o que enfrentan crisis emocionales y la verdad, la atención privada, junto con los medicamentos, es carísima, por lo que pocos se pueden dar ese lujo.
Sin embargo, las autoridades no quieren ver lo evidente y suceden este tipo de lamentables situaciones y otras que han acabado con la vida de personas por falta de una adecuada atención a la salud mental… Ojalá que las autoridades volteen la vista a este problema porque estamos muy lejos de tener un sistema de salud como el de Dinamarca.
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