Gonzalo Alfonso y Andrés Manuel López Beltrán, hijos del presidente Andrés Manuel López Obrador, han emitido una carta pública en la que responden a las diversas acusaciones de corrupción y tráfico de influencias en su contra. En la misiva, los hermanos niegan categóricamente todas las acusaciones, argumentando que carecen de pruebas y están basadas en supuestos, conjeturas y declaraciones infundadas de terceros.
Los hijos del presidente afirman que han sido objeto de una persecución política desde su infancia, debido a la carrera política de su padre. En su carta, desmienten específicamente las acusaciones relacionadas con contratos para la construcción del malecón de Villahermosa, la gestión de contratos para Romedic ante diversas entidades gubernamentales, la compraventa de terrenos en la refinería de Dos Bocas, y supuestas concesiones mineras en Oaxaca para el Tren Maya y Tren Interoceánico.
Además, rechazaron cualquier vinculación con actividades del narcotráfico y otras acusaciones difamatorias, subrayando que sus ingresos provienen exclusivamente de negocios privados, como un rancho de cacao y madera en Tabasco y una marca de chocolate.
La respuesta de Gonzalo Alfonso y Andrés Manuel se centra en desmentir cada acusación con argumentos detallados, enfatizando su compromiso con principios éticos y con la lucha por un país mejor, a pesar de las adversidades y los ataques recibidos.
En términos generales, los hijos del presidente hacen un llamado a la integridad y la justicia, destacando su dedicación a la transparencia y la ética en sus actividades empresariales.