El vestido tardó un año en confeccionarse y mostró gran complejidad técnica
Agencias
La actriz de Ghost y Striptease emergió como un ícono de elegancia atemporal en la edición 2025 de la Met Gala, donde lo efímero de la moda se cruza con lo eterno del arte.
Su aparición no solo fue impecable, fue cinematográfica. Y su vestido —una pieza de alta costura que tardó un año en confeccionarse—, no dejó a nadie indiferente.
El atuendo de Demi Moore causó sensación por su complejidad técnica, su carga estética y su fidelidad al tema de este año: una oda a la moda como arte dormido que vuelve a despertar bajo luces modernas Vanidades.
No era su primera vez, pero sí una de las más impactantes. A sus 62 años, Demi Moore reafirmó que el paso del tiempo no desgasta el glamour, sino que lo redefine. Su presencia en la Met Gala 2025 se sintió como una declaración: la elegancia no necesita permiso generacional, y la belleza no tiene fecha de expiración.
La actriz ha asistido a varias ediciones del evento, pero esta vez lo hizo bajo una mirada mucho más simbólica: como una figura de resistencia estética, envuelta en misterio y poder. Su presencia fue un suspiro de sofisticación entre tantos intentos de viralidad rápida.
El vestido de Demi Moore en la Met Gala 2025 fue una obra de arte firmada por Harris Reed, conocido por fusionar teatralidad y narrativa histórica. La pieza era negra, con volúmenes exagerados en los hombros y una estructura de corsé con bordados de inspiración victoriana y ecos góticos.
Confeccionado en terciopelo reciclado y tul estructurado, el vestido tardó más de un año en completarse, con detalles hechos a mano que incluyeron más de 2,000 aplicaciones metálicas. Completó el look con maquillaje sobrio y cabello recogido al estilo “old Hollywood”, un guiño a las divas eternas.
Twitter y TikTok estallaron en elogios. Frases como “Demi es la reina silenciosa del Met” y “la elegancia personificada” dominaron las tendencias.
Incluso críticos de moda como Vanessa Friedman del New York Times destacaron cómo Moore logró conjugar antigüedad y vanguardia sin caer en lo predecible: “Ella no solo entendió el tema, lo interpretó con sutileza y carácter.”
La alfombra roja de la Met Gala 2025 también brilló con nombres como Zendaya y Bad Bunny.
Aun así, la presencia de Moore fue una de las más comentadas por su discreta sofisticación, una rareza en una noche que muchas veces privilegia lo excéntrico por encima de lo eterno. Su aparición nos recordó que hay algo profundamente poderoso en el silencio elegante frente al grito del espectáculo.
Demi Moore no necesitó dramatismos para robarse el Met Gala 2025. Solo bastó su postura, un vestido que habla de arte dormido y resurrección, y esa mirada que lleva décadas iluminando cámaras. En un evento donde todos buscan ser virales, ella fue simplemente inolvidable.