Kim Kardashian se sinceró sobre los motivos que llevaron al fin de su matrimonio con Kanye West, afirmando que la relación con el rapero y diseñador de moda se volvió “tóxica”. En un episodio del pódcast “Call Her Daddy”, Kardashian explicó que la falta de estabilidad en la relación llegó a un punto que la hacía sentir insegura.
La empresaria, quien solicitó el divorcio en 2021 tras haberse casado en Italia en 2014, reveló que “Había muchas cosas con las que no podía lidiar” en su vida con West, quien ahora se llama Ye y ha hablado públicamente sobre sus diagnósticos de trastorno bipolar y, posteriormente, autismo. Uno de los puntos de quiebre fue el trato hacia su familia. “No me gustaba la sensación de que hablara mal de la abuela y las tías de mis hijos”, comentó Kardashian, refiriéndose a su madre, Kris Kardashian, y a sus hermanas, Kourtney, Khloé, Kendall y Kylie. Sobre esto, fue tajante: “Si alguien se siente así entonces no deberíamos estar juntos”.
Kardashian recordó haber llegado a un punto de “no sentirse segura, no solo físicamente, sino también emocionalmente o incluso económicamente”. La empresaria recordó un par de ocasiones en que West regaló los cinco Lamborghinis de la pareja durante episodios de salud mental. “No sabía… qué me iba a pasar al despertar”, confesó. “Y esa es una sensación realmente inquietante”.
La “falta de estabilidad fue un gran problema”, añadió Kardashian. Ella relató que al principio intentó apoyar a West, pero la situación terminó por frustrarla. “Creo que cuando alguien tiene su primer colapso mental, uno quiere brindarle mucho apoyo, ayudar a superarlo, involucrarse de verdad con esa persona y estar ahí para ella”, explicó. Sin embargo, dijo que “cuando alguien no está dispuesto a hacer cambios (…) saludables y beneficiosos, se hace muy difícil continuar en una relación que puede ser tóxica”. Kardashian reflexionó sobre el peso de la decisión y cómo afectaría a sus cuatro hijos —North, Saint, Chicago y y Psalm—. “Hay que tomarse el tiempo necesario y esperar a ver si hay cambios. Pero una vez que llegas a un punto en el que sientes que no va a cambiar ni a mejorar, entonces tienes que tomar… decisiones serias sobre lo que vas a hacer”, dijo. “Y esa es una realidad muy dura de afrontar, ¿sabes?”