En el municipio de Huajicori, ubicado en la sierra de Nayarit, se desató un nuevo episodio de violencia tras un enfrentamiento entre presuntos miembros del Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que dejó un saldo trágico de al menos 11 personas fallecidas, de acuerdo con los reportes oficiales.
Los hechos ocurrieron en una zona conocida como “Las Antenas”, donde fueron encontrados los cuerpos de las víctimas. Los informes preliminares indicaron que presentaban heridas de bala y vestían ropa táctica. En el lugar del incidente también se localizaron explosivos de fabricación artesanal, aunque la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) aún no confirmó los detalles exactos de los artefactos hallados.
Después del enfrentamiento, las fuerzas de seguridad, incluyendo la Policía Estatal, la Guardia Nacional, la SEDENA y la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General del Estado (FGE), intensificaron sus operativos conjuntos en la región con el fin de proteger a los habitantes de Huajicori.
Las autoridades hicieron un llamado a la población para mantener la calma mientras se realizaban investigaciones exhaustivas. Los cuerpos fueron trasladados por el personal del Servicio Médico Forense a la Fiscalía General del Estado de Nayarit para llevar a cabo las necropsias correspondientes, que permitirán identificar a las víctimas y esclarecer las circunstancias de sus muertes.
“El Gobierno del Estado de Nayarit reitera su firme compromiso con la salvaguarda de la seguridad tanto en Huajicori como en todo el territorio estatal. Además de trabajar en estrecha colaboración con las fuerzas federales para el combate a las actividades delictivas que atentan contra la paz y el bienestar de nuestras comunidades”, señaló el gobierno en un comunicado.
Este enfrentamiento entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa no fue un hecho aislado, ya que durante meses, la sierra de Nayarit ha sido escenario de numerosos episodios violentos entre estas organizaciones delictivas. La violencia en Huajicori ha tenido un impacto profundo en la vida diaria de los habitantes. La región, conocida por ser un punto de conflicto entre ambos grupos criminales, ha experimentado el desplazamiento de familias hacia otras partes del estado en busca de refugio. En respuesta, activistas y ciudadanos han brindado alimentos y apoyo a los afectados.
En este contexto de inseguridad, muchas escuelas cerraron temporalmente y varios comercios redujeron sus horarios de atención, evidenciando la creciente preocupación por la estabilidad y el bienestar de las comunidades locales.
El violento suceso en Huajicori expuso la crítica situación que se vive en la sierra de Nayarit, una región marcada por el conflicto donde los ciudadanos han demandado soluciones urgentes para poner fin a la violencia y restaurar la paz.