El Gobierno de México ha decretado el estado de desastre natural en 47 municipios del estado de Guerrero después del devastador paso del huracán Otis, que ha dejado una trágica estela de casi medio centenar de muertos y una gran destrucción en su camino.
Con la declaración del estado de desastre natural, las autoridades locales tendrán un acceso más sencillo a los recursos federales para hacer frente a la emergencia y la reconstrucción.
Las autoridades mexicanas, a través de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, han incluido en la lista de municipios afectados aquellos que sufrieron lluvias severas, vientos fuertes, inundaciones fluviales y pluviales como resultado del paso de Otis.
El huracán Otis, de categoría 5, tocó tierra en Acapulco durante la madrugada del 25 de octubre, con ráfagas de viento que alcanzaron velocidades de hasta 270 kilómetros por hora. Considerado potencialmente catastrófico, el huracán causó daños devastadores a su paso, afectando gravemente a la industria hotelera de la región.
En Acapulco y Coyuca de Benítez, las ciudades más afectadas, se registraron daños en casi 10,500 viviendas. Cientos de personas quedaron incomunicadas y sin electricidad. Según el último recuento, se han confirmado 46 víctimas mortales, mientras que otras 58 personas permanecen desaparecidas.
El Gobierno mexicano ha anunciado un plan de reconstrucción que involucra una inversión de 61,000 millones de pesos para ayudar a la recuperación de las áreas afectadas por el huracán Otis. La prioridad es proporcionar asistencia y apoyo a las comunidades damnificadas y garantizar la restauración de la infraestructura vital en la región.