México experimenta un lento crecimiento poblacional, por debajo del uno por ciento anual desde principios de este siglo. Esta tendencia, combinada con una reducción de la fecundidad y un aumento sostenido de la esperanza de vida, presenta importantes retos, según advirtió la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez.
Durante la sesión plenaria del Consejo Nacional de Población (Conapo), la secretaria declaró: “Ahora tenemos un promedio de 1.7 hijos por mujer, cuando en los años setenta las mexicanas procreaban más de seis”.
Según datos del Conapo, el 37 por ciento de las mexicanas aspira a tener solo dos hijos, mientras que el 16 por ciento prefiere tres. Un 12 por ciento desea uno solo, y el siete por ciento no desea ser madre, citando diversas razones como la dificultad para encontrar pareja adecuada, el costo de vida o una visión sombría del futuro debido a conflictos y el deterioro ambiental.
En contraste, la esperanza de vida ha mostrado un aumento constante, pasando de un promedio nacional de 60 a 75 años. Las mujeres, precisó la secretaria, “somos más longevas, hoy tenemos una esperanza de vida de casi 80 años, 79”.
Al presentar la primera versión del Programa Nacional de Población 2025-2030, la titular de la política interna alertó sobre la fecundidad en niñas menores de 15 años, con 22 nacimientos diarios, casos vinculados a violencia sexual, matrimonios ilegales y uniones con hombres significativamente mayores.
“Nos preocupa que en el 34 por ciento de los casos no se declare la edad del progenitor ¿por qué razón?, ¿qué se oculta? Las encuestas sobre violencia de género en la infancia señalan a familiares que abusan de ellas. El 22 por ciento de los padres biológicos tenían entre 20 y más de 32 años, y el otro 41 por ciento eran adolescentes de 15 a 19 años”, detalló.
Esta situación, añadió, es una alta prioridad para el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, ya que está ligada a la violencia sexual, especialmente en casos de niñas madres de 10 y 11 años. Aunque la tasa de fecundidad adolescente ha disminuido un 30 por ciento en los últimos seis años —y el volumen de niñas madres se redujo un 20.7 por ciento—, es un tema que requiere visibilidad debido a la persistencia de uniones forzadas y familias en extrema pobreza.
Rodríguez puntualizó que el 54 por ciento de las niñas madres declararon estar unidas al momento del parto; el 12 por ciento habla lenguas indígenas, y más del 80 por ciento ya no asistía a la escuela.
En el panorama general, la secretaria de Gobernación señaló que los nuevos escenarios demográficos a analizar son el descenso de la fecundidad y el aumento de la esperanza de vida. Con 133 millones de habitantes, México se posiciona como el décimo país más poblado del mundo y se encuentra en un momento de transición demográfica.
En este contexto, se requieren políticas públicas estructurales, bien planificadas y financiadas, para abordar los retos asociados al cambio en la estructura por edad. Además, es esencial aprovechar el bono demográfico y de género para impulsar el empleo, particularmente en beneficio de mujeres y jóvenes.