La controversia generada dentro del partido en el poder por la postergación de la ley contra el nepotismo ha desatado una tormenta política en México. Aunque la unidad nacional ante la amenaza de aranceles impuesta por Donald Trump había favorecido a Claudia Sheinbaum, la creciente división dentro de Morena ha comenzado a opacar su reciente respaldo ciudadano.
El problema de la herencia de cargos públicos, una práctica arraigada desde el priismo, ha sido un obstáculo que el oficialismo no ha logrado superar. La propuesta de ley, que inicialmente entraría en vigor en 2027, quedó aplazada hasta 2030 luego de no recibir la aprobación del Congreso. Este retraso fue atribuido en gran parte al Partido Verde, aliado de Morena, y a la candidatura de Ruth González en San Luis Potosí, esposa del actual gobernador. Sin embargo, la pasividad de los líderes morenistas en el Congreso, Ricardo Monreal y Adán Augusto López, también generó cuestionamientos.
Sheinbaum, al referirse al tema, advirtió que “el pueblo verá muy mal” que los cargos públicos se sigan transmitiendo entre familiares, pero también reconoció que en política no siempre se logra lo ideal, sino lo que es posible.
Este episodio no solo pone en evidencia que el nepotismo es un problema que afecta a todos los partidos, sino que también expone las dificultades de la presidenta para ejercer control total sobre Morena. La influencia de Monreal y Adán Augusto, dos figuras con poder en el partido, ha dejado en claro que Sheinbaum enfrenta una lucha interna por consolidar su liderazgo.
El retraso en la aprobación de la ley también pone en entredicho la promesa de transformación que Morena ha promovido desde su ascenso al poder. La decisión de aliarse con el Partido Verde para frenar la legislación en lugar de aceptar el apoyo del PAN ha generado críticas y avivado el pesimismo de quienes consideran que, pese al cambio de gobierno, las prácticas políticas siguen siendo las mismas.
Mientras México enfrenta los embates de Trump en materia de relaciones internacionales, la fallida reforma contra el nepotismo ha desnudado las tensiones dentro de Morena, la fragilidad de Sheinbaum frente a los líderes del partido y el riesgo de que la población pierda la confianza en un movimiento que prometió romper con el pasado.