Presencia femenina en la política: avances y desafíos a nivel mundial

Presencia femenina en la política: avances y desafíos a nivel mundial

A pesar de los avances en materia de igualdad de género, la participación de las mujeres en la política sigue siendo limitada, advierte ONU-Mujeres. Esta organización de Naciones Unidas, que promueve el empoderamiento femenino, señala que, aunque hay progreso, las mujeres siguen excluidas de los espacios de mayor poder e influencia, donde “los niveles más altos de influencia y toma de decisiones siguen estando predominantemente ocupados por hombres”.

Según datos de 2024 del organismo, en 113 países jamás ha gobernado una mujer, y hasta 2016 solo 44 de los 196 países del mundo habían tenido alguna vez una jefa de Estado, de acuerdo con la Enciclopedia Britannica, una fuente de referencia ampliamente reconocida por su rigor informativo.

Las pioneras en la historia política mundial

Khertek Anchimaa-Toka (1912-2008) ostenta el título de ser la primera mujer en liderar un Estado. Según Britannica, entre 1940 y 1944 encabezó el parlamento de la República Popular de Tannu Tuvá, un estado bajo protectorado ruso imperial. Formada en política en Moscú, ascendió dentro del Partido Revolucionario del Pueblo Tuvano y, una vez en el poder, centró su mandato en mejorar la educación y la vida de las mujeres de su nación. Durante la Segunda Guerra Mundial, llevó a Tannu Tuvá a apoyar a las fuerzas soviéticas aliadas. Tras la anexión del territorio a la Unión Soviética en 1944, continuó en roles gubernamentales hasta 1961.

En América Latina, María Estela Martínez de Perón, conocida como Isabel Perón, se convirtió en la primera mujer en asumir la jefatura de Estado tanto en Argentina como en Sudamérica. En 1973, fue elegida vicepresidenta junto a su esposo, Juan Domingo Perón, y tras su fallecimiento en 1974, asumió la presidencia. Sin embargo, su mandato terminó abruptamente en 1976 cuando un golpe militar la destituyó, en medio de acusaciones de corrupción vinculadas a la Alianza Anticomunista Argentina. Fue detenida por cinco años y luego se exilió en España.

Por su parte, Islandia hizo historia en 1980 con la elección de Vigdís Finnbogadóttir, la primera mujer en el mundo en acceder a la presidencia mediante el voto popular. Reelegida en tres ocasiones consecutivas, gobernó durante 16 años, convirtiendo a su país en un referente del feminismo a nivel global. Según la BBC, Finnbogadóttir promovió la identidad cultural islandesa y, tras dejar el cargo, fundó el Consejo de Mujeres Líderes Mundiales en 1996. También recibió múltiples reconocimientos por su labor en derechos humanos y fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad de la Unesco en 1998.

En Asia, María Corazón Aquino se convirtió en la primera mujer en liderar Filipinas entre 1986 y 1992. Según Britannica, su presidencia marcó el retorno a la democracia tras la dictadura de Ferdinand Marcos. Durante su mandato, impulsó una nueva constitución y promovió la estabilidad económica, el respeto a los derechos humanos y las libertades civiles.

Finalmente, en África, Ellen Johnson Sirleaf rompió barreras al convertirse en 2006 en la primera mujer elegida democráticamente como presidenta del continente, liderando Liberia hasta 2018. Economista de formación, trabajó en organismos internacionales como el Banco Mundial y el Programa de Desarrollo de la ONU. Bajo su administración, Liberia logró cancelar su deuda externa y estableció la educación primaria gratuita y universal. Su lucha por los derechos de las mujeres le valió el Premio Nobel de la Paz en 2011, en reconocimiento a “su lucha no violenta por la seguridad de las mujeres y por el derecho de las mujeres a participar plenamente en el trabajo de consolidación de la paz”.

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