Rancho Izaguirre Presentaba Cenizas y Humo Negro Años Antes de su Vínculo Criminal

Rancho Izaguirre Presentaba Cenizas y Humo Negro Años Antes de su Vínculo Criminal

Un estudio realizado por investigadores de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación del Gobierno de México ha revelado la presencia de “altas concentraciones de ceniza” y humo de hidrocarburos en el rancho Izaguirre de Teuchitlán, Jalisco, desde 2019. Este hallazgo se realizó años antes de que el sitio fuera relacionado con actividades delictivas, según información a la que tuvo acceso EL PAÍS.

En las últimas semanas, el gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum ha señalado que el rancho fue utilizado como centro de entrenamiento del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y ha insinuado que allí se cometieron actos de tortura y homicidio. Imágenes satelitales muestran que las cenizas detectadas en 2019 coinciden con los lugares donde, en marzo de este año, familiares de personas desaparecidas denunciaron la existencia de crematorios clandestinos tras hallar cientos de fragmentos óseos. Guerreros Buscadores de Jalisco, colectivo que expuso la situación, sostiene que el rancho funcionó como un centro de exterminio, término que el gobierno ha evitado utilizar, generando controversia en un país asolado por la violencia desde hace dos décadas.

El estudio, entregado recientemente a la Comisión Estatal de Búsqueda de Jalisco, analizó cientos de imágenes satelitales del Sentinel-2 de la Agencia Espacial Europea (ESA) para detectar cenizas y columnas de humo en el rancho. Para ello, se empleó una plataforma desarrollada por el Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial (CentroGeo), antes Conahcyt, que ha participado en investigaciones de alto impacto como la del caso Ayotzinapa.

Utilizando el índice NDAI5, herramienta que detecta concentraciones inusuales de ceniza mediante infrarrojos de onda corta, los investigadores identificaron un evento singular el 22 de febrero de 2019. Ese día, el satélite captó una alta concentración de ceniza en la zona frontal del rancho, precisamente donde los colectivos denunciaron la existencia de crematorios clandestinos. Además, en la imagen satelital convencional se observó una “estela de humo negro” proveniente del mismo lugar, lo que indica la quema de hidrocarburos como gasolina, diésel o llantas, reforzando la teoría de que en el sitio se incineraban cuerpos.

José Luis Silván, investigador de CentroGeo y coautor del estudio, advirtió: “Aunque no nos atrevemos a decir que sean personas quemadas, porque esas trazas de ceniza pueden producirse de varias formas, considerando otras pruebas y lo que ha sucedido, hay muchas posibilidades de que sí sea así”. También destacó que, tras analizar cientos de imágenes satelitales, es evidente que la estela de humo negro captada en febrero de 2019 provino de una combustión con hidrocarburos dentro del rancho, que no tenía actividad agrícola en su interior.

Otros datos satelitales refuerzan estas conclusiones. El Sistema de Información de Incendios de la NASA (FIRMS) registró actividad de fuego en el área del rancho entre el 26 de enero y el 9 de febrero de 2019, lo que sugiere la existencia de un incendio sostenido y controlado intencionalmente. Gabriela Belaunzarán, especialista en geoinformática y análisis espacial, explicó que, considerando los indicios de cremación denunciados por los colectivos y la detección de cenizas, el fuego identificado por la NASA podría haber sido provocado de manera deliberada y mantenido durante dos semanas. Sin embargo, a diferencia del Sentinel-2, el FIRMS no permite precisar si estos incendios ocurrieron dentro del rancho o en sus inmediaciones.

El hecho de que estos eventos se remonten a 2019 plantea una pregunta inquietante: ¿Por cuánto tiempo operaron los grupos criminales en este sitio antes de que se hiciera público su uso para actividades ilícitas?

Share