Entre enero y octubre, México alcanzó una cifra de importación sin precedente de 40.7 millones de toneladas de granos y oleaginosas, un incremento del 3.5 por ciento respecto al récord anterior de 39.33 millones de toneladas registrado en el mismo periodo del año pasado (1993).
Según datos de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), proporcionados por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), si bien el volumen de las importaciones mantuvo una tendencia alcista, su valor se redujo un 3.2 por ciento debido a los precios internacionales más bajos.
El maíz (tanto amarillo como blanco) se mantiene como el principal impulsor de este crecimiento en las compras. En los primeros 10 meses del año, el país adquirió un volumen total de 21.2 millones de toneladas, un nivel inédito que refleja un aumento anual del 5.1 por ciento.
México, Mayor Comprador Global de Maíz
Las compras de maíz blanco, rubro en el que México es casi autosuficiente, casi se triplicaron, pasando de 216 mil toneladas en 2024 a 840 mil toneladas en el mismo lapso de 2025. Juan Carlos Anaya, director general del GCMA, explicó que este incremento se debe a la creciente competitividad del maíz blanco importado, que es más barato que el producido en México.
Anaya explicó que “La sobreoferta global y los precios internacionales deprimidos, especialmente en maíz procedente de Estados Unidos, continúan impulsando mayores volúmenes de importación a costos más bajos, lo que beneficia a la industria, pero presiona a la producción nacional”. De esta forma, México se consolida como el segundo mayor importador mundial de oleaginosas y granos, y el primer comprador global de maíz.
Para Estados Unidos, México es un socio comercial clave, siendo su principal comprador de arroz, frijol, trigo, maíz, jarabe de fructosa y pasta de soya. Además, es el segundo cliente más importante de granos secos de destilería con solubles y soya.
Las importaciones de sorgo escalaron de 29.8 mil toneladas el año pasado a 796.3 mil toneladas en 2025. Este aumento se atribuye a una amplia oferta externa, precios atractivos y mayores necesidades del sector pecuario.
En el caso del arroz y el trigo, las importaciones registraron variaciones moderadas, con alzas de 0.2 y 0.1 por ciento, respectivamente. Las compras de avena, en contraste, cayeron un 3 por ciento.
Los productos con caídas significativas en las compras foráneas fueron el frijol, con una reducción del 35 por ciento; la cebada y malta, con un 7 por ciento, y el complejo algodonero, con un 12 por ciento.
Anaya concluyó que “La integración comercial bajo el Trarado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) reafirma que México es el mercado más relevante para la colocación de excedentes agrícolas estadunidenses, sobre todo en maíz, trigo y soya”.


