Culiacán vivió un nuevo episodio de violencia extrema el pasado jueves, cuando se registraron catorce asesinatos en tres municipios, sumados a ataques armados contra restaurantes y casas clandestinas de juegos de azar. Ante esta situación, un nuevo contingente de cien elementos de las Fuerzas Especiales del Ejército arribó a la ciudad para reforzar la seguridad.
Con esta llegada, que se realizó a través de un vuelo especial que aterrizó en la Base Militar de Culiacán, el número de efectivos militares y de la Guardia Nacional desplegados en el estado alcanzó los dos mil ochocientos. Este contingente representó el segundo grupo de elite enviado a la entidad en la misma semana, como respuesta a los actos violentos que comenzaron el pasado 9 de septiembre.
En el jueves denominado “negro” por las autoridades, doce de los catorce homicidios se registraron en distintos puntos de la capital. Negocios clandestinos de máquinas tragamonedas fueron blanco de ataques armados, dejando un saldo de seis hombres fallecidos y seis heridos, incluidos dos mujeres.
Además, la cadena de restaurantes Ranch Roll sufrió ataques coordinados en dos de sus sucursales. En el establecimiento de la zona de Isla Musala, civiles armados incendiaron el local y dispararon al aire para impedir que los bomberos apagaran las llamas. Mientras tanto, en el restaurante ubicado en el Desarrollo Urbano Tres Ríos, los atacantes abrieron fuego contra la fachada e intentaron incendiarlo rociando gasolina; sin embargo, los empleados lograron controlar el fuego utilizando extinguidores.
El reforzamiento militar en la zona busca contener esta escalada de violencia y proteger a la ciudadanía mientras las autoridades continúan con las investigaciones de los hechos recientes.