Un grave doble incidente sacudió este lunes el tianguis de San Martín Texmelucan, uno de los más grandes del país, cuando se registró un robo masivo que fue simultáneo a un aberrante acto de agresión sexual y vejación pública contra tres mujeres adultas. Las víctimas fueron golpeadas y desnudadas, se intentó rociarlas con gasolina para prenderles fuego y, finalmente, fueron forzadas a caminar por los pasillos del centro de abasto a la vista de todos.
Este episodio de impunidad se desarrolló sin la presencia de la Policía Municipal, cuya inoperancia —o posible complicidad— fue total, pues nunca se presentaron en el lugar de los hechos. Una vez consumado el ataque, no hubo indicios de que la administración del alcalde morenista, Juan Manuel Alonso, mostrara interés en esclarecer lo ocurrido. Lo vivido en el tianguis exhibió la completa impunidad que prevalece en este municipio, el tercero más importante del estado.
Todo aconteció en el área comercial controlada por Pablo Minor, un abogado polémico que ha sido denunciado en múltiples ocasiones por golpear a comerciantes que se niegan a pagar “cuotas de protección”—existen videos que documentan las agresiones— y quien además estaría involucrado en la apropiación de inmuebles intestados o en disputa familiar. El problema de fondo es que Pablo Minor se comporta como “un intocable” ante las autoridades de San Martín Texmelucan.