Los Rayos no pudieron “electrocutar” a los laguneros
Agencias
Cuando parecía que Necaxa podría conquistar el TSM con un resultado cómodo, por fin apareció el buen futbol de Santos Laguna que se llevó la victoria 3-2 en una remontada espectacular que se concretó en el último minuto de la compensación y con gol de un juvenil. Ignacio Ambriz volvió a sonreír.
Desde la banca el director técnico aplaudió la victoria de sus Guerreros que tras ir perdiendo 2-0 al minuto 65’, terminó por ganar 3-2 al minuto 97’ con un gol agónico de Tahiel Jiménez.
Para tomar ventaja, los Rayos del Necaxa supieron cómo generar peligro con esos pases largos a Cambindo, a Palavicino y ese juego de Paradela que tanto agrada para sus aficionados.
De hecho, así llegó la jugada del penal que abrió el marcador luego de que Agustín Palavecino fue derribado por Jonathan Pérez en un contragolpe. Fue un penal indiscutible que terminó por ser acertado por José Paradela, quien cobró a la derecha de Acevedo. El arquero intentó adivinar y se lanzó al lado izquierdo en el 1-0 del partido.
Ya en el minuto 65’ Necaxa volvió a encontrar un descuido de la defensa de Santos cuando Palavecino logró un desborde por la banda derecha y mandó un centro medido, con cierta potencia, que solo fue empujado por Rogelio Cortéz para el 2-0.
Fue una jugada que volvió a desnudar el trabajo defensivo de los laguneros, que bastó con un descuido de Bruno Amione en la marca de Palavecino y de los centrales, que permitieron el remate a gol del 2-0.
La remontada increíble Parecía que se vendría un partido lleno de contragolpes rojiblancos que pondrían el gol final. Pero llegó el buen futbol. Fagundez logró un golazo cuando dribló a varios jugadores, vio un espacio y con potencia y de larga distancia lanzó el disparo a gol para el 2-1.
Como momento emotivo mostró una playera con dedicatoria a Juan Izquierdo, el futbolista que falleció hace unos días luego de que se desplomara en un campo de juego en Argentina. Y si Fagundez se lució con los dribles, Jordan Carrillo se animó y también regaló una gran jugada individual en la que aguantó la marca de cuatro jugadores, logró desbordar y mandó un centro raso, potente que pasó frente a rivales y compañeros hasta el segundo poste, donde apareció Santigo Muñoz para empujar el balón y poner el 2-2.
Desde la banca parecía que ya estaba todo definido, pero nada, todavía faltaba un centro frontal de Fagundez al corazón del área, donde Tahiel “Lorito” Jiménez se alzó cuan alto es y conectó el balón a la portería para vencer al arquero Luis Unsain en el 3-2 definitivo. Solo bastó el grito de festejo de Acevedo para ver lo que significó la santa remontada.