En un movimiento que podría cambiar radicalmente la relación entre México y Estados Unidos, el expresidente Donald Trump planea desplegar 15 mil soldados en la frontera sur estadounidense. Según reveló la prensa norteamericana, esta acción busca acelerar las deportaciones inmediatas de quienes intenten ingresar al país, sin mediar procesos judiciales, como parte de las metas de su administración en materia migratoria.
Además, este despliegue militar prepara el terreno para medidas más contundentes relacionadas con la designación de cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. El secretario de Estado, Marco Rubio, comunicó al gobierno mexicano que en los próximos días se definirá qué grupos serán incluidos en esta categoría, en un contexto que podría tensar aún más las relaciones diplomáticas.
En paralelo, esta semana se anunció la designación del cártel venezolano Tren de Aragua como organización terrorista, aunque, por ahora, no se han encontrado vínculos entre este grupo y los cárteles mexicanos, según Omar García Harfuch, secretario de Seguridad.
México bajo presión: reforzar la seguridad y evitar aranceles
García Harfuch enfrenta el reto de demostrar avances significativos en la lucha contra el crimen organizado para evitar que Trump utilice aranceles como herramienta de presión económica. Entre las medidas inmediatas se incluyen el fortalecimiento de fronteras, controles en aduanas y aeropuertos, decomisos de fentanilo, y la captura de figuras clave del narcotráfico o políticos vinculados a estas actividades ilícitas.
Sin embargo, este esfuerzo tiene implicaciones internas en el gobierno mexicano. Una reciente encuesta de Rubrum, ligada al morenismo, indica que aunque los ciudadanos respaldan al gobierno, critican la estrategia de seguridad frente al crimen organizado. En este contexto, la ley, históricamente vista como secundaria en la narrativa de la 4T, se posiciona como el eje central en la relación con Washington.
Tensiones internas y desafíos políticos
La colaboración entre García Harfuch y las Fuerzas Armadas enfrenta desafíos presupuestales y políticos. Mientras el secretario tiene amplio margen de maniobra, los altos mandos militares resienten restricciones en recursos. Por otro lado, se evalúa la posibilidad de modificar la Ley de Seguridad impulsada por López Obrador, que obliga a los agentes de inteligencia extranjeros a reportar sus actividades en México, como respuesta al arresto del general Salvador Cienfuegos.
Perspectivas económicas y comerciales
Aunque los empresarios mexicanos que han visitado Washington esta semana consideran poco probable la imposición de un arancel del 25%, se anticipa que habrá medidas económicas, como impuestos específicos a productos como cervezas, tequilas y autopartes, o aranceles focalizados en bienes con componentes chinos.
El próximo embajador de Trump en México, Ron Johnson, resumió la posición estadounidense de forma contundente: “La ruta está clara, ahora no hay más que cumplirla”. Esto marca un desafío inminente para el gobierno mexicano, que deberá equilibrar las exigencias de seguridad con la estabilidad económica y diplomática.