El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles 26 de marzo de 2025 la implementación de un arancel del 25% a los automóviles exportados hacia su país, medida que entrará en vigor el próximo 2 de abril. Esta acción refuerza su política de proteccionismo comercial y agudiza la disputa comercial que su administración ha impulsado desde su regreso a la Casa Blanca.
“Vamos a cobrar a los países por hacer negocios en nuestro país y tomar nuestros trabajos, tomar nuestra riqueza. De manera efectiva cobraremos un arancel del 25 por ciento (a los autos)”, declaró Trump desde la Casa Blanca, poco antes de firmar la orden ejecutiva que oficializa la medida. Además, aseguró que los aranceles no afectarán a las autopartes fabricadas en territorio estadounidense.
Según las estimaciones del mandatario, esta tarifa arancelaria también aplicará a camiones ligeros y podría generar entre 600.000 millones y un billón de dólares en ingresos para el gobierno estadounidense en un periodo de dos años. “Entrará en efecto el 2 de abril, y empezaremos a recaudar el 3 de abril”, recalcó Trump, subrayando que “si manufacturas tu vehículo en los Estados Unidos, no hay aranceles”.
El presidente enfatizó que esta política busca incentivar a los fabricantes extranjeros a establecer plantas en suelo estadounidense y citó el caso de Honda, que recientemente anunció la producción de un nuevo modelo en su planta de Indiana, en lugar de hacerlo en México.
Desde su retorno a la Casa Blanca el 20 de enero, Trump ha aplicado agresivamente medidas arancelarias sobre las importaciones provenientes de varios de los socios comerciales de EE.UU. Su objetivo es reducir los déficits comerciales que considera perjudiciales para la economía estadounidense, alentar la inversión extranjera en el país y presionar en temas como la migración y el tráfico de fentanilo.
El anuncio generó reacciones inmediatas a nivel internacional. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, manifestó su inconformidad con la decisión estadounidense: “Lamento profundamente la decisión estadounidense”. A pesar de ello, aseguró que la Unión Europea “seguirá buscando soluciones negociadas” con Washington.
Por su parte, el gobierno canadiense calificó la medida como un “ataque directo”. El primer ministro Mark Carney advirtió que su país responderá de manera unificada ante esta política comercial de la administración Trump.
