El uso de protectores solares, además de sombreros, sombrillas es prioritario para evitar daños por la alta radiación social, sobre todo al viajar a la playa y otros sitios recreativos
Redacción Entorno Informativo
En el actual periodo vacacional de verano, la responsable del Programa de Salud Estudiantil de la Dirección de Apoyo a Estudiantes de la Universidad de Sonora, Ilse Guadalupe Solano Cuevas, llamó a la comunidad a extremar precauciones, principalmente en el cuidado y vigilancia de la piel, con el fin de prevenir la aparición de cáncer.
En entrevista, resaltó la importancia de adoptar medidas preventivas contra los efectos que ocasiona la alta radiación solar.
“Muchas veces no le damos la importancia porque ya estamos acostumbrados al clima regional y sabemos de las temperaturas muy elevadas y se van a ir incrementando más”, expresó.
Además de las medidas adecuadas para evitar deshidratación e insolación que normalmente se toman en cuenta, hizo hincapié en no subestimar los efectos nocivos de la exposición prolongada al sol.
Por ello, dijo, se deben considerarse medidas básicas de protección en el día a día de nuestras actividades como el uso de protector solar con un factor de protección de al menos 50, sin importar el tipo o tono de la piel.
“Muchas veces restamos importancia al cuidado dermatológico porque estamos acostumbrados al calor extremo, pero eso no significa que nuestro cuerpo no esté constantemente expuesto a riesgos”, puntualizó.
Solano Cuevas destacó que el protector solar no debe aplicarse únicamente cuando se realicen actividades al aire libre o para la playa, ya que debe considerarse parte de la rutina diaria aun cuando la actividad sea dentro del hogar.
Añadió que el protector solar debe “reaplicarse cada hora o cada hora y media si estamos expuestos directamente, o bien, cada tres horas si permanecemos bajo la sombra, bajo techo”.
Recordó que hay que evitar exponerse al sol durante el periodo comprendido de las 10:00 a las 16:00 horas.
También comentó del uso de ropa adecuada, preferentemente de colores claros, telas de algodón y atuendos que permitan la transpiración, además de poner especial atención a los menores de edad, pues su piel es más delicada.
“Es muy importante mantenerlos hidratados, proporcionarles la ropa adecuada, mantenerlos en espacios frescos, espacios ventilados y, sobre todo, fuera del alcance de los rayos solares”, enfatizó.