El pasado domingo, la ciudad de Mazatlán vivió una noche de caos cuando se desataron persecuciones y enfrentamientos armados en diversas zonas, principalmente en áreas comerciales. Estos hechos dejaron como saldo una persona muerta dentro de una camioneta blindada, un taxista herido de forma incidental, y un bloqueo en la Maxipista Mazatlán-Durango.
La violencia se concentró en sectores como el Venadillo y el fraccionamiento Real Pacífico, lo que llevó al ayuntamiento a emitir una alerta instando a la población a no salir de sus casas debido a las constantes balaceras.
La Secretaría de Seguridad Pública del Estado informó que, tras los enfrentamientos, se localizó una camioneta blindada abandonada con placas del estado de Puebla en la avenida Óscar Pérez Escobosa. En su interior se encontró el cuerpo de una persona que había sido asesinada a balazos. En una calle cercana, también fue hallado otro vehículo con impactos de bala, y un taxista resultó herido por una bala perdida mientras circulaba por las calles del fraccionamiento Real Pacífico.
El pánico se apoderó de los ciudadanos, especialmente de las familias que disfrutaban de un paseo dominical, quienes tuvieron que refugiarse en los negocios de la plaza comercial Acaya. Dichos comercios cerraron sus puertas para proteger a sus clientes.
Además, el ayuntamiento de Mazatlán publicó un mensaje en redes sociales exhortando a los ciudadanos a mantenerse resguardados en sus hogares. Durante los hechos de violencia, se reportó que varios tráileres fueron incendiados y usados para bloquear la Maxipista Mazatlán-Durango, a la altura de la salida de la sindicatura de Villa Unión.