Es la más abultada en la época de Curry; El humillante final fue solo el resultado de una noche desastrosa del equipo del Golden State ante los Pelícanos en la NBA.
Agencias
Los Warriors del Golden State sufrieron este miércoles ante los Pelícanos de Nueva Orleans la mayor derrota en su cancha desde que eligieron en 2009 en el Draft a Stephen Curry.
El humillante final de 105-141 (-36) fue solo el resultado a una noche desastrosa de Golden State, que atraviesa un momento de gran inestabilidad y que anoche volvió a recibir abucheos de su afición.
“Nos lo merecemos (los abucheos), por supuesto”, dijo Steve Kerr, entrenador de los Warriors, tras el encuentro. “Creo que hemos perdido el espíritu y la confianza que te tienen que impulsar”.
Desde el día de Navidad, Golden State arrastra un triste 2-6 en los ocho juegos que ha disputado (17-20 de balance, fuera del Play In del Oeste).
Los Warriors fueron toda la noche por detrás en el marcador, arrancaron con un penoso 27-46 en el primer periodo y en el último cuarto llegaron a ir perdiendo de 41 puntos.
Moses Moody (21 puntos) fue el máximo anotador de los locales. Stephen Curry se quedó en 15 tantos (4 de 13 en tiros) y Klay Thompson aportó 13 (5 de 10).
Golden State perdió 17 balones y nunca pudo frenar a unos Pelícanos que brillaron con un 57,4 % en tiros de campo y un 47,5 % en triples (19 de 40).
Ocho jugadores de New Orleans acabaron con dobles dígitos de anotación. Jonas Valanciunas (21 puntos y 9 rebotes) fue el más productivo y Zion Williamson añadió 19 puntos y 7 asistencias. Los Pelícanos (23-15) llevan seis triunfos en sus últimos siete partidos.
Sin Chris Paul por lesión, los Warriors continúan con su montaña rusa esta temporada en el que han tenido que afrontar la enorme controversia en torno a Draymond Green, quien fue suspendido de forma indefinida a mediados de diciembre por darle un manotazo en la cara a Jusuf Nurkic y cuya sanción fue levantada la semana pasada (todavía no ha regresado a las canchas).
Previamente y también durante esta temporada, Green recibió otra suspensión de cinco encuentros por agarrar del cuello con una llave a Rudy Gobert en el duelo contra los Minnesota Timberwolves.
Además, el equipo de Kerr también ha tenido debates complicados sobre el rendimiento y el papel de Klay Thompson y Jonathan Kuminga en una franquicia que afronta los últimos compases de un proyecto legendario que conquistó cuatro anillos de la NBA.