En 139 años de registro el equipo de Tampa Bay, donde ilita Randy Arozarena, está imponiendo récord
Han pasado 139 años, según los registros históricos, de la última vez que un equipo había tenido un inicio de temporada de Grandes Ligas con marca inmaculada tan impresionante; de acuerdo a Opta Stats, desde que los Cafés de San Luis lo hicieran en sus primeros 13 encuentros en 1884, nadie lo había logrado.
Pero los Tampa Bay Rays, en donde milita el pelotero cubano-mexicano, Randy Arozarena, lograron una foja que igual es histórica, porque según estadísticas más actuales, es la racha más larga, ésta de seis triunfos, para un arranque de campaña en la era moderna del llamado deporte de pelota caliente y la mejor después de esa otra ya muy añeja.
La novena de la Florida ha superado a sus rivales por un total de 31 carreras (44-13), ha ganado cada uno de sus primeros seis encuentros por al menos cuatro carreras.
“Es beisbol en equipo”, señaló el abridor del martes, Shane McClanahan. “Por donde lo veas, beisbol en equipo”, aseveró.
Con las primeras dos series de la temporada en el pasado, Tampa hizo de todo, menos perder.
Han lanzado bien, con efectividad colectiva de 2.00 en los primeros seis partidos, pero además han desplegado una gran defensa, anotando más carreras que nadie en la Gran Carpa, con una alineación exhibiendo una gran combinación de contacto, poder y velocidad.
Una escuadra unida y en la que todos jalan parejo, pudo rubricar un récord por demás envidiable, aunque no dejan de lado el talento de varios de los elementos de la plantilla, que hasta ahora se han lucido en la zona del diamante que les toca cubrir.
“Tenemos mucha magia en este equipo”, señaló el relevista Ryan Thompson. “Creo que muchos de nosotros empezamos a percibirlo en los entrenamientos. Es difícil de explicar. Creo que la vibra es única en esta campaña”.
Los Rays sabían que contaban con un pitcheo y una defensa estelares; sin embargo, la sorpresa más agradable hasta el momento es lo que ha producido la alineación, que batea .284/.348/.542 con 13 jonrones, la mayor cantidad en la organización en ese lapso de duelos en un inicio de curso.
“Para ganar los primeros seis juegos en fila, mucha gente tiene que hacer bien las cosas”, expresó el manager Kevin Cash. “Se siente como que, de arriba a abajo, todo el roster está aportando de una manera positiva”.
