En cuanto a su labor como gobernador, Enrique Alfaro ha reiterado su firme compromiso de mantener su enfoque en las responsabilidades que conlleva su posición. Él ha expresado que llegó el momento para que otros líderes encabecen el rumbo político del estado. Esta decisión, según sus palabras, se basa en una convicción de que es lo más adecuado para Jalisco.
Alfaro ha enfatizado que no considera saludable que un político busque aferrarse indefinidamente al poder central. Con su mandato llegando a su conclusión, él ve la oportunidad de pasar el testigo a individuos altamente capacitados que puedan tomar las decisiones más acertadas para el futuro de la entidad.
