Tortillas de Harina: Un Legado de 500 Años en la Gastronomía Mexicana

Tortillas de Harina: Un Legado de 500 Años en la Gastronomía Mexicana

Hace casi 500 años, un conquistador llamado Juan Garrido tuvo la visión de aprovechar unos pocos granos de trigo que llegaron accidentalmente en las embarcaciones de Hernán Cortés. Con esas semillas, comenzó a cultivar trigo y, a partir de sus cosechas, se elaboró pan por primera vez en México. Este fue el inicio de una tradición culinaria que hoy en día es una parte esencial de la gastronomía mexicana.

La historia de las tortillas de harina se remonta al año 1542, cuando los españoles que formaban parte de las primeras expediciones al norte de México llevaron el trigo a Sonora con la esperanza de hornear pan en la región. Sin embargo, en un giro inesperado de la historia, en lugar de pan, comenzaron a producir zaruki, una mezcla de trigo quebrado, agua, manteca y sal. Con esta masa, los españoles en Sonora comenzaron a crear discos similares a las tortillas de maíz que se preparaban en otras regiones de México, dando así origen a las tortillas de harina.

Las tortillas de harina demostraron ser cruciales en las exploraciones de las Californias en 1769, ya que eran fáciles de preparar incluso en los entornos más agrestes. Miguel Constanzo, uno de los expedicionarios, dejó una de las primeras referencias escritas sobre ellas al mencionar su uso durante la exploración a Monterrey, California.

Hoy en día, las tortillas de harina son un elemento fundamental en la gastronomía de Nuevo León, Baja California, Chihuahua y, especialmente, en Sonora, donde se les considera una verdadera delicia. Se consumen aproximadamente 126 mil toneladas de tortillas de harina al año en México, según la compañía Manteca Inca.

En Sonora, las tortillas de harina se presentan en diversos tamaños, pero la “sobaquera” es una de las más emblemáticas debido a su tamaño gigantesco. Estas tortillas son esenciales para la creación de platos como los burritos y las sincronizadas, que son populares en todo el país.

Las tortillas de harina no solo son un alimento delicioso, sino también un símbolo de la rica herencia culinaria de México, fusionando las influencias europeas y mexicanas en una creación única que ha perdurado a lo largo de los siglos y continúa deleitando a las generaciones actuales.

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