Buscan Investigadores del CIAD y Unison establecer banco de semillas

Buscan Investigadores del CIAD y Unison establecer banco de semillas

Redacción Entorno Informativo

Se pretende conservar los recursos imprescindibles para la siembra

 El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) en colaboración con la Universidad de Sonora realizó un proyecto piloto para establecer un banco de semillas institucional en varias comunidades a fin de conservar los recursos fitogenéticos tradicionales de gran valor alimenticio, ambiental y cultural en zonas áridas y semiáridas de la entidad.

De acuerdo con un documento del CIAD, la institución en colaboración la subsede del Centro de Guaymas y un estudiante del herbario de la Unison, realizaron el proyecto de investigación e incidencia en Sonora para diseñar e implementar una estrategia para un proyecto piloto a fin de establecer un banco de semillas institucional.

La creación de un banco de semillas a nivel institucional permitirá generar una línea de investigación enfocada en la conservación, caracterización, propagación, disponibilidad, préstamo y recuperación de la agrobiodiversidad, sobre todo para los grupos con vulnerabilidad alimentaria.

De esta manera, el establecimiento de bancos de semillas en comunidades es un modelo alternativo para la gestión colectiva de las semillas imprescindibles para la siembra entre productores rurales, con el propósito de facilitar el acceso a semillas para la temporada de siembra, proporcionar un suministro de semillas de emergencia en momentos de crisis y así reducir la dependencia de los sistemas comerciales de semillas.

A la fecha se ha realizado una exploración etnobotánica en ocho municipios de la entidad, mediante la cual se han colectado 40 muestras de semillas nativas y criollas: ocho razas de maíz, cuatro especies de frijol, dos del género calabaza, así como bacanora, chiltepín, sandía, cilantro, entre otras.

Éstas están resguardadas por los custodios de semillas, quienes las usan como alimento, forraje y material genético para cultivarlas bajo el sistema milpa e intercambiar con otras comunidades, a fin de abastecerse sin la necesidad de comprar semillas mejoradas.

Un aspecto importante de las especies vegetales de las zonas áridas y semiáridas, manifestada por las y los custodios, es que sus semillas se caracterizan por tener la capacidad para adaptarse y resistir a escenarios adversos del ecosistema, como la escasez de agua, temperaturas extremas y nutrientes limitados en el suelo, además de que son resistentes a plagas y enfermedades.

Aquí radica la relevancia de un proyecto que promueva el establecimiento de bancos de semillas para la conservación de una riqueza genética que, por décadas, las y los campesinos han aprovechado para autoabastecerse en la producción de alimentos mediante prácticas agroecológicas que han persistido generacionalmente, mismas que se han articulado de manera orgánica a procesos de conservación de la cultura alimentaria, incorporando, y a la vez renovando, los conocimientos ancestrales, contribuyendo a la preservación de la identidad de la región.

 

Share
%d