Advierte Iglesia por sacerdotes “patito”

Advierte Iglesia por sacerdotes “patito”

Los sacramentos que brindan no tienen validez; El arzobispo Ruy Rendón Leal, llama a la feligresía a verificar que las iglesias y sacerdotes pertenezcan a la Arquidiócesis

 

Redacción Entorno Informativo

La Arquidiócesis de Hermosillo alertó por iglesias y sacerdotes apócrifos, por lo que llamó a la feligresía a verificar que los centros de culto, así como sacerdotes, obispos y laicos estén incorporados esa organización que depende del Papa.

En un documento difundido en las redes sociales de la Arquidiócesis, y suscrito por el arzobispo Ruy Rendón Leal, refiere que en los últimos años han constatado, tanto en Hermosillo como en otras localidades, “una cierta confusión entre algunos fieles católicos que no alcanzan a darse cuenta que algunos servicios religiosos en los que participan son realizados por personas, que aunque los llevan a cabo con buena intención, no están en comunión plena con nuestra Iglesia con el papa Francisco”.

Precisa que entre los servicios religiosos apócrifos están misas, bautismos, primeras comuniones, confirmaciones, matrimonios, unciones a los enfermos, bendiciones funerales, retiros y catequesis.

Reconoce que, aunque en ocasiones los requisitos para las celebraciones pueden parecer excesivos, sin embargo, “no queremos administrar los sacramentos de manera irresponsable, con una preparación inexistente o meramente superficial, de ahí las exigencias catequéticas, documentales, temporales y litúrgicas que se piden habitualmente”.

Por ello llama a la comunidad católica a ubicar qué templos forman parte de la iglesia Arquidiocesana, así como aquellos que no forman parte, sin importar que estén dedicados a algún santo o a la Virgen María, además de identificar a los sacerdotes y diáconos que atienden en las comunidades parroquiales.

Exhorta a “no busquemos lo fácil, la menor exigencia, lo más rápido o lo más cómodo para la recepción de algún sacramento” e invita a valorar los templos, por más humildes que sean, y celebrar en ellos los diversos sacramentos “no pretendamos celebrarlos en salones de fiestas, ranchos, capillas o casas particulares”.

Aclara que, en el caso de los matrimonios, para que éstos sean válidos, los contrayentes deben seguir los trámites y formas canónicas establecidas por la Iglesia.

Además, llama a los sacerdotes a que atiendan rápidamente a las familias, sobre todo quienes pasan por enfermedad o muerte de sus seres queridos y que soliciten algún servicio pastoral, el cual se debe ofrecer gratuitamente, evitando, en circunstancias familiares difíciles, pedir un estipendio por una obra misericordiosa.

Insta también a los sacerdotes a celebrar las acciones sagradas dignamente, evitando improvisaciones, palabras, actitudes, acciones o ritos contrarios a la grandeza del Misterio celebrado.

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