Durante su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador abordó nuevamente la reforma al Poder Judicial y comentó sobre la huelga iniciada por los trabajadores de este sector en la madrugada del lunes 19 de agosto.
El mandatario aseguró que la mayoría de los mexicanos no se ve afectada por esta huelga y, en un tono que ha generado controversia, afirmó que la paralización de los juzgados podría ser beneficiosa para el país. “Yo diría con toda franqueza que hasta nos va a ayudar que si no están los jueces en activo, tenemos la garantía de que no van a dejar libres a delincuentes del crimen organizado, y como no van a estar trabajando los juzgados, tampoco habrá libertad para delincuentes de cuello blanco”, señaló.
López Obrador subrayó que, a pesar de la protesta, se mantendrá un respeto absoluto hacia la misma, minimizando las posibles consecuencias del paro al afirmar que “no va a pasar nada” por la interrupción de labores de los trabajadores del Poder Judicial.
El presidente insistió en que la reforma no está diseñada para perjudicar a los trabajadores, sino para combatir la corrupción que, según él, ha permeado en el Poder Judicial. Sin embargo, acusó a las “cúpulas del poder” de resistirse a los cambios, alegando que no quieren que los jueces y magistrados sean elegidos por el pueblo, una propuesta clave dentro de la reforma.
El mensaje de López Obrador refleja su postura de que la reforma es necesaria para garantizar un sistema judicial más justo y libre de corrupción, mientras minimiza la importancia del paro en curso y sus posibles efectos en la administración de justicia en el país.