En el contexto de las amenazas arancelarias emitidas por Donald Trump, quien asumirá la presidencia de Estados Unidos el próximo 20 de enero, México enfrenta el reto con fortalezas significativas para negociar, aseguró Marcelo Ebrard, secretario de Economía.
Durante su participación en el Seminario de Perspectivas Económicas 2025, organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Ebrard destacó tres factores clave: los beneficios del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) para la economía estadounidense, la estabilidad económica de México y las mejoras recientes en seguridad y migración.
“Nuestro punto de partida número uno es que el tratado que firmamos con el presidente Trump ha sido un gran negocio”, señaló. El funcionario subrayó cómo el T-MEC ha fortalecido la competitividad de empresas automotrices estadounidenses como General Motors, Ford y Stellantis, cuya supervivencia enfrenta desafíos ante la competencia de marcas chinas en el mercado de vehículos eléctricos.
Según Ebrard, las exportaciones automotrices de México han sido fundamentales para estas empresas, que se han beneficiado del acuerdo comercial, permitiéndoles sortear presiones de costos y mantenerse relevantes en el ámbito internacional.
Además, destacó que México llega a este escenario con una economía sólida, reflejada en cifras récord de Inversión Extranjera Directa, niveles de inversión fija cercanos al 25% del PIB y una tasa de desempleo incluso inferior a la de Estados Unidos.
Esta combinación de factores, según el secretario, posiciona a México en un lugar estratégico para enfrentar posibles desafíos arancelarios y defender los beneficios mutuos del T-MEC.