Durante viernes y sábado el emblemático lugar lució saturado de compradores que buscaban adquirir lo necesario ante el temor de que el sitio cerrara antes por remodelación
Ante el temor de no poder encontrar donde se reubicarán los locales donde tradicionalmente compran los productos para la cena de Año Nuevo, este fin de semana los hermosillenses abarrotaron el Mercado Municipal en el Centro de la ciudad, previo a su cierre para la remodelación que se extenderá por casi un año.
Desde muy temprano, los diferentes locales recibieron a la clientela que empezó a llegar para comprar la carne y la pancita para el menudo, tamales y barbacoa.
Incluso, las fruterías tuvieron que volver a surtir algunas verduras ya empacadas en bolsas porque se terminaron rápido, además de otros productos como el piloncillo para preparar el chocolate o champurrado.
También el sector de abarrotes registró una fila de gente esperando comprar algunos productos como aceitunas, chile de sarta, pinole, piloncillo, y demás, para preparar la comida.
Algunos locatarios comentaron que los productos que más estuvieron llevando las personas son, la panza para el menudo, y la carne para los tamales, pozole y barbacoa.
“A mucha gente le gusta preparar otros platillos en este fin de año como cochinita pibil, mole poblano, pozole, pierna, y otros que ya es tradición hacer tamales o menudo, pero aquí estamos para que vengan y lleven lo que necesiten para preparar la cena de Año Nuevo, y vamos a trabajar hasta el 31 para que se vengan tranquilos a hacer sus compras”, expresó una locataria.
