Diablos “barren” a Yanquis; Remontan y se imponen por 8-5

Diablos “barren” a Yanquis; Remontan y se imponen por 8-5

El partido amistoso se disputó en la Ciudad de México y sorprendió a la afición mexicana con el resultado, donde el perdedor fue el sonorense Luis Serna

 

Agencias

En un resultado que desafía las expectativas convencionales, los Diablos Rojos del México barrieron a los Yanquis de Nueva York en una miniserie de exhibición que se disputó en el estadio Alfredo Harp Helú.

El poder de la Pandilla escarlata eclipsó el legado de los Bombarderos del Bronx en el par de encuentros consecutivos que reavivaron una rivalidad que no se disputaba desde 1968 cuando Mickey Manttley comandó la expedición al sur del río Bravo.

La noche de este lunes, la pelota voló alto y lejos, recordándonos que, en el beisbol, como en la vida, la grandeza no conoce fronteras.

Los Yanquis regresan a Estados Unidos con las manos vacías, mientras que los Diablos Rojos enmarcaron con fuegos artificiales los dos históricos triunfos.

Los Diablos Rojos, conscientes del desafío que tenían por delante, salieron al campo con determinación y ferocidad.

A pesar de iniciar perdiendo 3-0 en la primera entrada, el México mantuvo firme sus esperanzas de triunfo y en el cuarto rollo consiguió un rally de ocho carreras que encendió el infierno de la Magdalena Mixhuca.

El cubano Diosbel Arias conectó un grand slam ante el mexicano Luis Serna, quien fue el abridor de los neoyorquinos.

El capitán de los Diablos, Juan Carlos El Haper Medina añadió otro bombazo de tres carreras ante los envíos de Danny Watson.

Serna, nativo de San Luis Río Colorado, Sonora, realizó su primera presentación con el equipo grande los Yanquis.

El mexicano cargó con la derrota en una actuación de dos capítulos y un tercio en los que fue castigado con cuatro hits, cinco carreras limpias y ponchó a tres enemigos, uno de ellos el dominicano Robinson Canó.

El ambiente en el estadio fue eléctrico, con la afición local rugiendo en apoyo a sus héroes bajo una luna llena que cautivó a los espectadores.

Los Bombarderos tuvieron una oportunidad de regresar en el marcador en el octavo capítulo cuando llenaron las bases, pero Cole Gabrielson se ponchó ante los lanzamientos de Daniel Missaki.

Jared Lakind se apuntó el triunfo para los escarlatas en labor de dos innings con una carrera limpia, dos bases por bola y dos ponches.

Para los Yankees, esta barrida puede no representar nada en lo deportivo al ser juegos de exhibición, pero para el deporte es un humilde recordatorio de que no hay rivales invencibles y que cada equipo puede escribir su propia historia.

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