n México, el fenómeno conocido como narcoinflación está impactando significativamente los precios de diversos productos, debido a la presión del crimen organizado a través de extorsiones y cobro de derecho de piso a productores, transportistas y comerciantes. Así lo afirmó el diputado federal Rubén Moreira Valdez, quien señaló que este fenómeno afecta a toda la cadena de suministro, desde la siembra hasta la venta final, lo que finalmente repercute en el bolsillo del consumidor.
Durante su programa semanal Con Peras, Manzanas y Naranjas, en compañía del economista Mario Di Costanzo y del abogado Miguel Ángel Sulub, Moreira ilustró esta problemática con el caso de los limoneros en Michoacán. Explicó que, hace una semana, el precio del kilo de limón era de 32 pesos, pero de esa cantidad, dos pesos eran destinados al pago de derecho de piso impuesto por el crimen organizado. Esta extorsión no solo afecta a los productores, sino también a transportistas y comerciantes en la Central de Abasto, quienes también son obligados a pagar por operar.
El legislador destacó que la delincuencia ha incrementado el cobro de derecho de piso a cinco pesos por kilo de limón, lo que ha llevado a los limoneros a realizar paros en protesta. “El gobernador de Michoacán debería enfocarse en combatir la extorsión en lugar de ignorar el problema”, subrayó Moreira, quien también criticó la estrategia de Morena en la Cámara de Diputados de endurecer las penas por extorsión en lugar de tomar acciones concretas para detener a los delincuentes.
Moreira Valdez denunció que gran parte de los ingresos del crimen organizado en México no provienen solo del tráfico de drogas, sino también de la extorsión y del desvío de dinero público. En muchos municipios, especialmente en la región occidental del país, los grupos delictivos controlan a los funcionarios públicos, quienes les otorgan concesiones para obras públicas.
El diputado concluyó que se está generando una falsa percepción de paz en el país, pero la situación que enfrentan los limoneros en Michoacán es un claro ejemplo del control territorial que ejerce el crimen organizado, mientras que la Guardia Nacional no ha logrado resolver este grave problema.